Montes Comunales de Adamuz

Qué ver en Adamuz

A tan sólo una hora de la ciudad de Córdoba, en pleno corazón de la Sierra Morena más salvaje, los Montes Comunales de Adamuz te esperan.

Se trata de un maravilloso paraje en el que se combina el bosque mediterráneo con el pinar de repoblación, todo ello entre montañas y valles por los que transcurren abundantes cauces de agua, tanto de ríos como de arroyes, atribuyéndole una belleza natural inigualable. y formando uno de los parajes naturales más importantes de la provincia.

Con una superficie de 2453 ha., los Montes Comunales son una finca de Titularidad Municipal pertenecientes al Ayuntamiento de Adamuz, se localizan a 19 km del casco urbano de Adamuz en dirección a Villanueva de Córdoba. Limita al norte con el municipio de Montoro, al Sur con el río Varas, al Este con el río Matapuercas y al oeste con Villanueva de Córdoba. En su interior, los Montes Comunales de Adamuz son atravesados por el arroyo de La Marquesa y el arroyo de Las Ratosillas.

Montes comunales es un paraíso para los amantes del Turismo Sostenible, pues son una excelente reserva de vida silvestre bien conservada, donde encuentran su hábitat y alimento especies como el ciervo, el jabalí, el zorro, el meloncillo,la paloma torcaz, la perdiz, el arrendajo, el pico picapinos, el piquituerto, el trepador azul, la culebra de escalera, el sapo común etc, contando también con numerosas especies protegidas gracias su magnífico estado de conservación, que es propicio para el hábitat del águila imperial ibérica, el águila real, la jineta, el tejón y las ardillas entre otros.

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En cuanto a la flora, Montes Comunales presenta una gran riqueza vegetal, gracias a la diversidad de vegetación derivada de los diferentes ecosistemas presentes en la misma: el bosque mediterráneo con encinas y quejigos, el pinar con diferentes especies de pinos como el piñonero y el carrasco y las riberas de los cursos de agua de los arroyos que vertebran la finca y de los ríos que la delimitan, en las que aparecen especies como el fresno, las adelfas o el álamo.

¡Paraíso de biodiversidad natural!