Espeleología en Adamuz

Espeleología en Adamuz

Las primeras referencias bibliográficas que hemos podido encontrar sobre cuevas en Adamuz aparecen en el artículo “San Francisco del Monte” (DE LAS CASAS, 1839) del Seminario Pintoresco Español, donde se habla de la notable Cueva de San Zoilo, citada también en los años posteriores (MADOZ, 1845), (ASIUL, 1875) y (PUIG Y LARRAZ, 1896), donde además se nombran otras cuevas como la Cueva de Millante o la Cueva del Cañaveralejo.

En el artículo “Espeleología Cordobesa” publicado por Carbonell en 1945, se citan una decena de parajes de Adamuz donde hay constancia o podrían existir cuevas. Más tarde, Juan Bernier y otros autores recogen unas 15 cavidades (ORTIZ et al., 1981)

Precisamente son los espeleólogos del GEJAM quienes, acompañados por Bernier, visitan de forma oficial la Cueva del Cañaveralejo en 1963 a petición del Ayuntamiento de Adamuz, dando cuenta de varios hallazgos prehistóricos como cráneos y puntas de sílex (BERNIER, 1964). Años más tarde, en 1970, son los grupos espeleológicos GEC y GEAC los que exploran la citada cueva y otras situadas en las proximidades (DIARIO CÓRDOBA, 1970).

En la década de los 70 del pasado siglo, grupos como GAEC, GEAC, GESAC o GULMONT realizan exploraciones esporádicas en Adamuz, en concreto en Peñas Rubias, donde una década más tarde también estuvieron explorando miembros del GES-C.

Pero no es hasta 2012 cuando se comienza a realizar un estudio sistemático de las cavidades de Adamuz por parte del Grupo Espeleológico G40, un testigo que ha recogido el Grupo Espeleológico Kart-Oba (GEKO) tras su fundación en 2019. En la actualidad, GEKO ha formulado un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Adamuz, que abarca la catalogación, exploración y marcaje de cavidades en el municipio. Las exploraciones espeleológicas incluyen, entre otras, las tareas de: localización, georreferenciación, desobstrucción, topografía, toma de imágenes y análisis bioespeleológico (fauna, flora, etc).

Los resultados de los trabajos espeleológicos de GEKO y G40 en el municipio de Adamuz han sido publicados en el siguiente libro que puede consultarse o descargarse:

La geología del término municipal de Adamuz, muy profusa en calizas y, por tanto, terreno favorable para la aparición de cuevas, hace de este municipio un lugar ideal para la investigación espeleológica de la Sierra Morena Cordobesa.

Ejemplos de estas zonas kársticas que frecuentan y que están siendo estudiadas por GEKO son las crestas calizas del Carbonífero que se extienden entre Los Conventos (finca con unos paisajes bucólicos y con mucha historia, como es el caso de la Cueva de Los Carneros o de San Zoilo) y Peñas Rubias, donde las últimas exploraciones han dado como resultado un sistema de simas conectadas cuyas dimensiones y profundidad la colocan a la cabeza en Adamuz y entre las primeras de toda la comarca ( e desarrollo y de desnivel).

Otro paraje que merece la pena desde el punto de vista espeleológico es Peña Halcón, alzado sobre el Río Varas (justo donde este curso fluvial dibuja un precioso meandro) y que alberga numerosas cuevas y simas de compleja localización y en las que es necesario el uso de cuerdas y conocimientos de técnicas de progresión vertical para el acceso a su interior. La finca de Las Cuevas, con una geología distinta (calcarenitas) también originaron en el Mioceno varias covachas y abrigos de origen marino, situadas muy próximas al casco urbano de la localidad.

Por último, citar la existencia de otras galerías de carácter antrópico como son las minas de extracción de mineral existentes por todo el término o la mina de agua de Las Tobosas, con más de 100 metros de galerías.

En la actualidad, el catálogo de cuevas de Adamuz alcanza el medio centenar de cavidades encontradas, algunas todavía en estudio.